La ley vasca de educación, según regula el artículo 11.3, “fomentará el Consorcio Haurreskolak, como servicio público de oferta universal, de calidad y gratuita”. Asimismo, el punto 34 del Acuerdo de Educación aprobado en el Parlamento Vasco se comprometía a “reforzar el Consorcio Haurreskolak, convirtiéndolo en un servicio público de oferta universal, de calidad y gratuita».

Para dar cumplimiento a estos preceptos, las llamadas “haurreskolas municipales» deben integrarse en el sistema público. No tiene sentido que en el primer ciclo de educación infantil existan diferentes modelos para garantizar la gratuidad de la educación pública. De hecho, “las haurreskolak municipales” que dependen de los ayuntamientos  son de gestión privada.

En Oiartzun, por ejemplo, la única haurreskola del municipio está gestionada por un consorcio cuya titularidad comparten el Ayuntamiento y una ikastola privada. En Usurbil, el servicio de educación infantil está adjudicado a la ikastola privada Udarregi. En el caso de Aretxabaleta la concesión municipal la gestiona una cooperativa, y en Ordizia una asociación; mientras que en Pasaia, a pesar de existir la oferta de una haurreskola pública, el ayuntamiento canaliza otro servicio de haurreskola municipal a través de una empresa privada.

El único objetivo de mantener a las haurreskolak municipales fuera de la red del Consorcio público es orientar la matriculación hacia los centros privados.

Baikara Federazioa exige al Departamento de Educación la integración de todas las haurreskolak en el consorcio público “Haurreskolak”, y al mismo tiempo que no prorrogue la financiación  extraordinaria de aquellas  que no quieran incorporarse al consorcio público.