Comunidad de aprendizaje Aranbizkarra, de la segregación a la inclusión

2021-09-28

En el centro de Aranbizkarra están desarrollando un proyecto que busca formar gente inclusiva. Han mantenido su hoja de ruta convirtiendo las dificultades en oportunidad y fomentando el sentimiento de pertenencia.

En el centro escolar del barrio de Aranbizkarra se desarrolla un proyecto para recorrer el camino de la segregación a la inclusión. No buscan un proyecto exitoso de inclusión para el centro escolar sino formar gente inclusiva.

El contexto que ofrece el centro está marcado por una presencia mayoritaria de familias extranjeras de nivel económico humilde. Aun así, trataron de aprovechar esa oportunidad y de afrontar el reto de la educación trabajando en comunidad en ese contexto de tal modo que los últimos años se han dedicado a desarrollar un proyecto integrador.

El proceso de segregación que se está dando en los centros escolares públicos no es una cuestión menor. Desde la comunidad de aprendizaje Aranbizkarra realizaron un pequeño análisis a nivel de Gasteiz y llegaron a una conclusión muy clara: el centro de Aranbizkarra no era para nada el reflejo del barrio, y ese desequilibrio genera segregación, una segregación que no es natural, que no es consecuencia de una acumulación natural.

En cualquier caso, han mantenido su rumbo convirtiendo las dificultades en oportunidad. La comunidad de aprendizaje desarrolla una metodología y estrategias basadas en el dialogo: tertulias, grupos interactivos,… En todas esas actividades participan dentro de la escuela tanto adultos y voluntarios como las familias; por ejemplo, al trabajar las matemáticas también están presentes familiares para dinamizar la actividad, y es que esta presencia de los familiares es muy importante porque son referentes para el alumnado.

Además, todo esto potencia el sentimiento de pertenencia a la comunidad y aumenta las expectativas. Y vistos los resultados se puede decir que se garantiza un proceso de aprendizaje exitoso en un ambiente de convivencia.

Imagen: Gara egunkaria