Educación blinda el modelo de comedor gestionado por macroempresas de cáterin
2024-10-03
El Departamento de Educación del Gobierno vasco acaba de publicar dos nuevas órdenes que derogan la normativa de comedores que ha estado vigente desde el año 2000. ¿Ha aprovechado para dar respuesta a las reivindicaciones históricas de las familias y las comunidades educativas de todos estos años? Rotundamente no.
Y es que la nueva normativa blinda el modelo de comedor gestionado por macroempresas de cáterin, cerrando la puerta a cal y canto a un comedor escolar público más sano, sostenible y pedagógico basado en la participación democrática de su comunidad educativa.
Así, el artículo 2 de la nueva Orden establece que “el servicio de comedor se prestará mediante la contratación con empresas del sector”, anulando las posibilidades con las que contaba la normativa de 2000 para permitir una gestión diferente, como la contratación directa a través del centro (artículo 11) o la gestión a través de entes autorizados (artículo 24).
Aunque el Parlamento vasco aprobó por unanimidad en 2019 “concretar las bases de un sistema complementario dirigido a posibilitar opciones viables para aquellos centros educativos que opten por una gestión innovadora y descentralizada” y los proyectos piloto llevan años demostrando que un comedor más sano, sostenible y participativo es posible, el Departamento de Educación ha hecho oídos sordos y deja la alimentación de nuestras hijas e hijos en manos de macroempresas de cáterin.
En múltiples ocasiones, en respuesta a la demanda de diferentes agentes, el Departamento de Educación ha mostrado “intenciones” de estudiar otros modelos de gestión. Pero después de infinitas promesas, ha optado por mantener todo igual y perpetuar un modelo continuamente cuestionado por la comunidad escolar. Nos sentimos engañadas.
En esta línea, la nueva Orden tampoco plantea nada nuevo en lo que respecta a la función pedagógica que debe cumplir el comedor escolar. Siendo una importante herramienta para fomentar hábitos alimenticios saludables que debería estar al mismo nivel que el resto de espacios del centro escolar, no realiza ninguna apuesta en este sentido. Así, no incluye el comedor en el Proyecto Educativo de Centro, manteniéndolo como una especie de “isla” en el centro escolar. Teniendo en cuenta que los niños y niñas pasan un 30% de su tiempo escolar en el comedor, ¿a qué se debe esta dejadez?
Al no apostar por la función pedagógica del comedor, tampoco hace referencia alguna al perfil y la formación con la que debe contar el personal de comedor, ni plantea ninguna mejora en las ratios ni la dotación de personal.
Tampoco hace alusión a la construcción de cocinas en los centros, imprescindibles para elaborar menús con alimentos frescos, de temporada, locales, sostenibles y de calidad, y minimizar el despilfarro.
La Ley 17/2023 de Educación de la Comunidad Autónoma del País Vasco establece en su artículo 37 que “los comedores escolares, integrados en el proyecto educativo de centro, reforzarán su papel pedagógico y formarán parte del plan estratégico de la escuela pública, con el fin de mejorar sus infraestructuras y servicios”. ¿Otra vez más papel mojado?
Desde EHIGE creemos en la función educativa del comedor y apostamos por lograr una calidad alimentaria vinculada al entorno y la sostenibilidad. Por ello, nos oponemos rotundamente a esta nueva orden que va en la dirección contraria y exigimos al Departamento de Educación que atienda a las demandas de las familias.
Por nuestra parte, y como venimos haciendo durante todos estos años, seguiremos trabajando para conseguir para la Escuela Pública Vasca unos comedores más sanos, sostenibles, pedagógicos y participativos.