El sábado se celebró una fiesta para celebrar la inauguración de la Herri Eskola de Larraul. Después de 14 años de funcionamiento como aula desplazada de Asteasu, se han convertido por fin en una escuela pública de infantil y primaria.

Además de los miembros de la escuela en la celebración estuvieron presentes antiguos alumnos y alumnas y exfamilias que han pasado por el centro, junto con las actuales familias, profesorado y alumnado. También asistieron miembros del Departamento de Educación, Ayuntamiento de Larraul y representantes de Baikara y EHIGE junto a la Coordinadora de las Eskola Txikiak.

En la pradera del centro escolar se plantó una rueda de plantas medicinales como iniciativa simbólica. Una hierba medicinal por mes, completando así las estaciones y el ciclo. En cada estación del año, el protagonista fue un agente que sustenta la escuela: familias en otoño, instituciones en invierno, alumnado en primavera y profesorado en verano.

‘Otoño, iniciativa’: Uno de los padres que puso en marcha el servicio escolar de Larraul en 2008, Eider Arozena, plantó una hierba medicinal de otoño: brezo (octubre), romero (noviembre) e caléndula (diciembre).

‘Invierno, empatía’: Maite Arana, alcaldesa de Larraul, fue la encargada de las plantas medicinales invernales: malva (enero), melisa (febrero) y diente de león (marzo). En ese momento la delegada Territorial de Educación de Gipuzkoa, Amaia Urzelai, destacó que la comunidad de aprendizaje había avanzado lentamente pero con éxito y que se había cumplido el sueño del pueblo de Larraul.

‘Primavera, alegría’: Las plantas medicinales de primavera fueron plantadas por el antiguo alumno Eneko Esnal: menta (abril), lavanda (mayo) y orégano (junio).

‘Verano, prosperidad’: Josune Eizmendi y Maikar Iurramendi, profesor y profesora de la escuela de Larraul, plantaron plantas medicinales de verano: hinojo (julio), tomillo (agosto) y salvia (septiembre). Koldo Rabadán, profesor y primer director de la Herri Eskola de Larraul, destacó «parece que fue ayer cuando en el claustro estábamos hablando de la escuela de nuestros sueños. Y casi hemos tocado la escuela soñada, pero tenemos que seguir caminando”

Al final del acto todos los allí presentes pudieron echar agua a la rueda medicinal.