La AMPA de Kontxa Eskola de Karrantza tranforma el patio de su escuela
2021-11-17
Laida, una ama de la AMPA de Kontxa Eskola de Karrantza, nos relata en primera persona cómo ha sido afrontar el reto de transformar el patio de la escuela. Trabajo el equipo, muchas ganas y determinación por superar las dificultades han sido clave para que las niñas y los niños de Karrantza puedan disfrutar de un patio mejor.
Como en todos los grupos de amigos, asociaciones, equipos… siempre hay un pequeño grupo de rebeldes y animados que trata de llevar nuevos desafíos a buen puerto. Esto sucede en el AMPA de Kontxa Eskola en Karrantza, un pequeño grupo de inconformistas batallamos curso a curso por ir mejorando el cole de nuestros peques.
El año pasado, sin embargo, fuimos un poquito más allá. Como era de esperar, uno de los temas recurrentes en las primeras reuniones fue la situación de los niños y las niñas durante el confinamiento y pandemia. «Pobres, vaya año llevan», «están siendo un ejemplo, lo estamos haciendo peor los adultos»…
En ese preciso momento, cuando empezábamos de nuevo con el batiburrillo de subvenciones, papeleos, cuotas…, un comienzo de curso como otro cualquiera, apareció la subvención de «Dinamización de patios y creación de camino escolar seguro», una maravilla en la teoría, pero un trabajo extra al que nunca nos habíamos enfrentado como AMPA. Sin embargo, consideramos que las y los txikis se lo merecían después del año que llevaban y estábamos dispuestos a asumirlo.
La redacción de proyecto fue relativamente sencilla, reuniones con dirección para ver cuál era el camino que queríamos seguir, qué juegos poner en el patio, materiales… Por donde iría nuestro camino escolar seguro etc.
El primer jarro de agua fría fue al salir la convocatoria, el importe máximo eran 5000€, así que adiós a nuestro camino escolar. Consideramos destinar toda la subvención para el patio. A partir de ahí, y a base de pedir presupuestos, empezamos a cuadrar un proyecto en firme. Pero surgió el segundo problema, pese a que se podían añadir al presupuesto horas de voluntariado, si empezábamos a restar, nos quedábamos sin proyecto. Así pues, la conclusión fue que lo haríamos los aitas y amas de forma voluntaria y el importe de la subvención sería únicamente destinado a material. Esto supondría, como imagináis, que íbamos a estar trabajando casi siempre el mismo grupo de padres y madres. Aún así, lo asumimos.
Una vez presentado el proyecto apareció el tercer obstáculo. Al ver que habíamos presentado un presupuesto por el máximo, nos llaman para advertirnos que otras AMPAS se habían echado atrás, al saber que, aunque no nos concediesen el 100%, sí que tendrías que realizar el 100% del proyecto, asumiendo el AMPA la diferencia. Una vez más, los asumimos.
Aun así, y pese a no recibir el 100% ni de lejos, nos pusimos manos a la obra. La primera reunión antes de empezar fue con el ayuntamiento (ya que el centro es de propiedad municipal), les pusimos al tanto del proyecto y les pedimos colaboración, aunque sea con personal municipal para la realización de algunas de las labores/obras y un lugar para guardar el material. Ahí surgió el cuarto y último obstáculo, a pesar del compromiso para que nos ayudase el personal y de facilitarnos un local, se nos pide un «certificado de homologación» de los nuevos juegos que íbamos a realizar con materiales reciclados. Tras ponernos en contacto con los certificadores, asumimos de nuevo un sobrecoste extra, con tal de conseguir el patio de nuestros peques.
Después de sortear todos los obstáculos y empezar a comprar el material, empezamos a convocar tanto desde AMPA como desde la escuela a aitas y amas para hacer quedadas y ponernos manos a la obra. Tras muchísimas horas, al fin conseguimos llevar a cabo el proyecto:
– Un rocódromo de 10m en el frontón del cole.
– Juegos dinámicos pintados en el suelo del frontón y ambos patios.
– Paredes musicales
– Gymkhana
– Zona de juegos simbólicos
– Coches con materiales reciclados.
– Arenero de ruedas recicladas.
– Zonas de expresión artística en ambos patios.
– Tipis indios
Con todo esto en marcha y después de ver a nuestros peques disfrutar con todo ello, solo nos queda dar mil gracias al personal de la escuela, que ha puesto todo de su parte desde el minuto uno para llevar a puerto este proyecto, al aitite que ha realizado a mano cada uno de los coches, al ayuntamiento por dejarnos un local donde almacenar el material, al personal del ayuntamiento porque les hemos vuelto locos y han hecho todo lo que les hemos pedido sin chistar y, por supuesto, a cada aita y ama que ha tomado parte en este proceso, porque sin todos ellos y ellas no habría sido posible.
Gracias también a título personal a todos los miembros de AMPA Karrantza que no dudaron un momento en apoyar la iniciativa, pese a suponer un esfuerzo para cada uno en lo que se refiere a trabajo y horas.
Laida.